La rehabilitación musculoesquelética es una especialidad de la fisioterapia y la medicina física. Se centra en el tratamiento de lesiones y afecciones que afectan los músculos, huesos y articulaciones. Así como, ligamentos, tendones y otros tejidos conectivos. Tiene como objetivo reducir el dolor, para mejorar la funcionalidad y promover la recuperación completa del paciente.
Tiene como objetivo reducir el dolor, mejorar la funcionalidad y promover la recuperación completa del paciente.
¿Qué afecciones pueden beneficiarse de la rehabilitación musculoesquelética?
La rehabilitación musculoesquelética abarca un amplio espectro de afecciones que afectan el sistema musculoesquelético. Dado que estas condiciones surgen por diversas causas. Como por ejemplo, lesiones deportivas, enfermedades degenerativas, traumas o cirugías.
Por ello, la rehabilitación tiene como objetivo restaurar la función, reducir el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente. Estos son algunos ejemplos de las afecciones que se benefician de la rehabilitación musculoesquelética.
Lesiones deportivas
Tales como esguinces y distensiones, lesiones de ligamentos (como el ligamento cruzado anterior – LCA), tendinitis y bursitis. Así como fracturas y desgarros musculares
Problemas en la columna vertebral
Un ejemplo de estos problemas son las hernias discales, la ciática, escoliosis, lumbalgia y cervicalgia, entre otros.
Enfermedades degenerativas
Pueden surgir enfermedades degenerativas como artrosis y artritis reumatoide.
Lesiones traumáticas
Algunas de estas lesiones pueden ser fracturas, luxaciones o incluso, contusiones.
Post-quirúrgico
Un ejemplo es la recuperación tras cirugía de reemplazo articular (prótesis de cadera, rodilla) y la reparación de tendones y ligamentos.
Trastornos crónicos
Tales como fibromialgia o síndrome de dolor miofascial.
Equipos que se usan para esta rehabilitación
Equipos de electroterapia: como TENS (Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea),usado para el alivio del dolor. Y, EMS (Estimulación Muscular Eléctrica), que ayuda en la recuperación muscular y en la prevención de atrofia.
Ultrasonido terapéutico: este equipo es usado para promover la cicatrización de los tejidos y reducir el dolor y la inflamación.
Láser de baja intensidad: ayuda a disminuir el dolor y la inflamación, y a acelerar la recuperación de los tejidos.
Termoterapia y crioterapia: la aplicación de calor o frío sirve para el manejo del dolor y la inflamación.
Equipos de tracción: este tipo de equipos son usados para aliviar el dolor y mejorar la movilidad en condiciones de la columna vertebral.
Máquinas de ejercicio y equipos de resistencia: un ejemplo de este caso son las bandas elásticas, pesas, bicicletas estáticas, y equipos de ejercicios especiales, que fortalecen los músculos y mejoran la movilidad articular.
Terapia manual: este tipo de técnicas de manipulación y movilización hechas por el fisioterapeuta aumentan la movilidad y reducen el dolor.
Dispositivos de asistencia: como plantillas ortopédicas, férulas y soportes para mejorar la alineación y el soporte durante la recuperación.
Plan de tratamiento musculoesquelético
El plan de tratamiento en la rehabilitación musculoesquelética suele ser individual e incluye algunas pautas como:
- Evaluación inicial: se trata de un análisis detallado del paciente. Lo cual sirve para identificar la lesión o afección y determinar el tratamiento adecuado.
- Ejercicios terapéuticos: estas rutinas fortalecen los músculos, mejoran la flexibilidad y restauran la funcionalidad.
- Educación y asesoramiento: sirve como información sobre cómo prevenir futuras lesiones, mantener una postura correcta y adoptar hábitos saludables.
- Seguimiento y ajustes: es ideal para el monitoreo del progreso del paciente y ajustes en el tratamiento según sea necesario.
La rehabilitación musculoesquelética es fundamental para recuperar la movilidad, reducir el dolor y mejorar la calidad de vida de las personas. Lo cual es esencial que la haga un profesional.