Probablemente hayas escuchado alguna vez que el hijo de un amigo o tu sobrino o alguien ha ido al logopeda. Es algo más común de lo que se piensa pero, ¿qué trata el logopeda? ¿para qué o quién está dirigido? A continuación vamos a ver qué es un logopeda y qué trata.
El logopeda sigue siendo hoy una profesión muy desconocida. Sin embargo, trata uno de los aspectos más importantes del comportamiento humano que nos diferencia de los animales: el lenguaje y la comunicación. Cuando se detectan problemas en estas capacidades, es común tener dificultades en la vida, tanto del paciente como de sus familiares. Por ello, lo que trata el logopeda es muy importante.
Qué es la logopedia y qué trata
La logopedia es la ciencia encargada de la prevención, evaluación, diagnóstico y recuperación integral de los trastornos de la comunicación humana. Aunque un logopeda trata con pacientes de todas las edades, lo más común son los niños porque los problemas más habituales que trata el logopeda son los retrasos del lenguaje, tartamudez, discapacidad auditiva, autismo, discapacidad intelectual, este. Y todos ellos suelen aparecer en la infancia.
Por tanto, el profesional se ocupa de realizar la prevención, la detección y la evaluación del problema para dar con el diagnóstico. A su vez, después se dará el tratamiento y/o la intervención de los problemas de voz, habla, lenguaje, audición, comunicación y de las funciones orales asociadas a través de diferentes técnicas médicas propias de su especialidad.
Señales para acudir al logopeda
Para saber cuándo puede haber una señal de que debes acudir o llevar a tu hijo al logopeda, vamos a darte un listado de las más comunes. En cualquier caso, a la mínima duda, siempre es mejor que preguntes a los profesionales para poder descartar cualquier problema o, de lo contrario, detectarlo a tiempo.
- No gesticula.
- No socializa con el resto.
- Tiene dificultades de comprensión.
- Problemas para expresarse.
- No habla como los que le rodean.
Estos cinco signos son básicos para acudir al logopeda. Pero ya en os primeros seis meses de vida se pueden notar señales que hagan que llevar a tu hijo al logopeda sea lo más recomendable. Por ejemplo, si un bebé no llora de forma habitual o no emite los típicos balbuceos, es una clara señal. también si no muestra la sonrisa social. Lo normal en los primeros seis meses es que el niño llore cuando necesita comer o dormir, o porque siente alguna molestia. También es normal que se relaje con la voz de su madre y sienta interés por los rostros y empiece a realizar la llamada sonrisa social. También es normal que se empiecen a emitir balbuceos y sonidos cuando se les hace carantoñas o se dice su nombre.