La mayoría de las personas tienden a pensar que al fisioterapeuta solo se acude cuando hay una lesión o dolencia. Sin embargo, es un pensamiento erróneo. Aunque es cierto que el principal objetivo de la fisioterapia es mejorar las condiciones y calidad de vida del paciente a causa de una dolencia, lo cierto es que no es el único. No es necesario sentir dolor o tener una lesión para poner remedio a lo que nos sucede.
Es frecuente que si sentimos un pequeño dolor en la espalda no hagamos nada al respecto. Tras sentir dolor si continuamos con malas pautas cómo sentarnos de forma incorrecta, el dolor incrementa pudiendo producir problemas mayores.
La fisioterapia sirve para mucho más que curar una lesión. Por ejemplo, prevenirlas o saber cómo realizar una actividad física. Por ello, es recomendable acudir al fisioterapeuta con cierta regularidad con el fin de sentirnos y estar bien físicamente. Depende también de las condiciones de cada persona. Si en una situación normal con una vez al mes o a los dos meses puede ser suficiente, una persona que realice ejercicio con frecuencia es aconsejable que acuda cada quince días o un mes. El especialista será el encargado de pautar las visitas según cada caso.
Razones para acudir al fisioterapeuta
Teniendo en cuenta lo que hemos dicho en la introducción, a continuación, vamos a explicar algunas de las razones que justifican acudir al fisioterapeuta sin tener ninguna lesión o al menos sin conocerla.
- Prevenir lesiones. La razón más importante es la de prevenir lesiones. Toda lesión está precedida por algo, por ejemplo, mala técnica, repetición de movimientos, etc. Por ello, es importante acudir al fisioterapeuta para que establezca unas pautas. Además, en el caso de los deportistas se aconseja descargar la musculatura con cierta regularidad. Es fundamental para evitar problemas a la larga.
- Mejorar la calidad de vida. Todo lo que implique mejora ayuda a la calidad de vida. Es el caso de la fisioterapia. Problemas físicos y molestias son clave en la fisioterapia, pero también psicológicos. Hay que tener en cuenta que las molestias musculares en muchas ocasiones vienen precedidas de problemas como la ansiedad o estrés. Tratarlo con fisioterapia ayuda a liberar hormonas como la serotonina y endorfina, por lo que ayuda a la calidad de vida.
- Acabar con molestias. Como decíamos, toda lesión tiene previamente unos síntomas. Generalmente los dejamos pasar hasta que llega al límite. Este es otro de los objetivos y beneficios de acudir con regularidad al fisioterapeuta. Poner remedio a los dolores antes de que impliquen mayor complicación. Al final, previene lesiones más graves con todo lo que ello implica, menos dolor, molestias, menos sesiones de fisioterapia, etc.
- Cómo comportarse en el día a día. En este caso hablamos de comportamiento postural. Antes de iniciar por primera vez una actividad física o un trabajo sedentario, etc. es recomendable acudir al fisioterapeuta para saber que pautas seguir con el fin de evitar lesiones. Por ejemplo, imaginemos que por primera vez vas a realizar atletismo, podrás saber qué estiramientos y técnicas seguir para reducir la aparición de lesiones o si vas a tener que trabajar sentado durante muchas horas aprender cuál es la postura correcta.