La elastografía se trata de una técnica médica avanzada que ha revolucionado la forma en la que se evalúan los tejidos blandos del cuerpo humano. Esto se hace a través de la medición de la elasticidad de los tejidos, proporcionando información valiosa sobre la salud de órganos y estructuras internas.
Para medir la capacidad de los tejidos al deformarse y recuperarse, se utilizan tecnologías como la elastografía. Esto facilita información detallada sobre la rigidez o la elasticidad de diferentes partes anatómicas.
¿Para qué sirve la elastografía?
La principal utilidad de la elastografía radica en la detección y evaluación de patologías en diversos órganos y tejidos. Gracias a la medición de la elasticidad, los profesionales de la salud identifican áreas anómalas, como lesiones tumorales o tejidos fibrosos. Estas pueden presentar rigidez anormal. Es por eso que la elastografía se utiliza comúnmente en la evaluación de órganos como el hígado, la mama, la próstata y la tiroides.
¿Por qué es necesaria la elastografía?
Esta técnica proporciona información funcional y necesaria sobre la composición de los tejidos. Ofreciendo una visión dinámica y cuantitativa de la elasticidad de los tejidos de los órganos que permiten detectar y caracterizar enfermedades en una etapa temprana. Esto proporciona a los médicos datos cruciales para planificar el tratamiento y evaluar la progresión de las enfermedades crónicas.
¿Cuándo se realiza la elastografía?
La elastografía se aplica en una variedad de situaciones clínicas, y su uso varía según la necesidad de evaluar la elasticidad de diferentes tejidos y órganos en el cuerpo. Algunos de los escenarios más comunes en los que se lleva a cabo la elastografía son:
Enfermedades hepáticas
En este caso se utiliza para evaluar la rigidez del hígado. Ayuda así a la detección y seguimiento de enfermedades hepáticas crónicas, como la cirrosis. Lo cual proporciona información sobre la presencia y grado de fibrosis.
Evaluación mamaria
En este caso, la elastografía se emplea como complemento a las técnicas tradicionales de imagen en la detección de tumores mamarios. La cual permite caracterizar la elasticidad de las lesiones, ayudando así a diferenciar entre tejido sano y áreas sospechosas.
Cáncer de próstata
En el caso de la próstata, esta técnica contribuye a distinguir entre tejido prostático normal y zonas sospechosas que podrían indicar cáncer. Esto facilita la guía durante biopsias. Además la elastografía se utilizan para el seguimiento de pacientes con enfermedades prostáticas.
Evaluación de tiroides
En este caso, esta técnica ayuda a evaluar la consistencia de la glándula tiroides. Con ello, se identifican nódulos tiroideos sospechosos para diferenciar entre lesiones benignas y malignas.
Lesiones musculoesqueléticas
Esta técnica médica también se emplea en el ámbito musculoesquelético para evaluar la elasticidad de los músculos y los tejidos blandos. Siendo útil en la identificación y seguimiento de lesiones musculares, tendinosas o articulares.
Órganos abdominales
La elastografía se aplica en la evaluación de otros órganos abdominales y pelvianos, como los riñones y la vesícula biliar. Lo cual proporciona información adicional sobre la salud de estos órganos.
