Alergia al polen: síntomas y tratamiento

La alergia al polen, también conocida como rinitis alérgica estacional o fiebre del heno, es una de las alergias respiratorias más comunes en todo el mundo. Afecta a personas de todas las edades. Especialmente en primavera, aunque también puede manifestarse en otras estaciones, dependiendo del tipo de polen presente en el ambiente.

Principales síntomas

Los síntomas de la alergia al polen pueden variar en intensidad, pero los más comunes son los siguientes:

  • Estornudos frecuentes
  • Congestión o goteo nasal
  • Picor en la nariz, ojos y garganta
  • Ojos rojos, llorosos o hinchados
  • Tos seca o irritativa
  • Fatiga, dificultad para concentrarse o alteración del sueño (por síntomas nocturnos)
  • Asma alérgica, con dificultad para respirar, silbidos en el pecho y sensación de opresión.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza a través de una historia clínica detallada y pruebas específicas, como:

  • Pruebas cutáneas (prick test). Se aplica una pequeña cantidad de alérgeno en la piel para observar la reacción.
  • Análisis de sangre. Mide la presencia de anticuerpos IgE específicos frente al polen.

Tratamiento y prevención de la alergia al polen

No existe una cura definitiva, pero sí formas de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida:

1. Evitar la exposición

  • Mantener las ventanas cerradas en días con altos niveles de polen.
  • Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa.
  • Usar gafas de sol al aire libre.
  • Consultar el índice de polen en apps o sitios web especializados.

2. Medicación

  • Antihistamínicos. Alivian el picor, estornudos y secreción nasal.
  • Corticoides nasales. Reducen la inflamación de las vías respiratorias.
  • Descongestionantes (uso limitado). Alivian la congestión, pero no deben usarse por más de 3-5 días seguidos.

3. Inmunoterapia (vacunas)

Es el único tratamiento que puede modificar el curso de la enfermedad. Consiste en administrar dosis controladas del alérgeno para “educar” al sistema inmunológico y reducir la sensibilidad al polen.