Las llagas en la boca, también llamadas aftas o ulceras bucales son pequeñas heridas que se generan en el interior de la boca. Generalmente en el paladar, encías o interior del labio. Son de color blanco o amarillento y la zona que bordea la herida esta enrojecida y brillante. Genera dolor y molestia.
Las llagas bucales se deben tratar en una Clínica Dental. No son contagiosas y hay tratamientos para su desaparición, aunque normalmente desaparecen solas en una o dos semanas. Cualquier persona puede tener llagas, aunque son los adolescentes y jóvenes los que lo desarrollan con más frecuencia, así como las mujeres.
Se trata de una afección que no es considerada grave pero que si provoca muchas molestias.
Causas de las llagas bucales
No existe una sola causa u origen, pues varias pueden ser las causas que producen el desarrollo de llagas en la boca. De hecho, en muchas ocasiones la causa son la suma de varios motivos. Algunos de ellos los que se muestran a continuación:
- Estrés, ansiedad u otros factores psicológicos
- Infecciones
- Predisposición genética
- Mala alimentación.
- Falta de vitaminas como C o B12
- Gripe, catarro u otras que supongan un sistema inmunológico bajo
- Falta de higiene bucal
- Reflujo gastrointestinal
- Menstruación
- Mordiscos en el labio
- Roce de ortodoncia o prótesis dentales
Como se mencionaba anteriormente por norma general las llagas desaparecen solas en una o dos semanas. Si observamos que la aparición es muy frecuente, que no desparecen, que produce otros síntomas como fiebre, parece infectado o que el dolor es muy fuerte hay que acudir al médico para que analice la llaga.
En ocasiones, el tratamiento consiste en la ingesta de antibióticos o enjuagues antiinflamatorios.
Prevención de llagas bucales
Aunque es muy frecuente que las llagas reaparezcan, se puede prevenir su presencia siguiendo algunas sencillas pautas en el día a día:
- Cuida tu alimentación: Evita los alimentos que puedan irritar la boca como algunas especias, alimentos picantes y salados, etc. Es importante tener una buena alimentación por lo que se recomienda comer verdura, fruta y mantener una dieta sana y equilibrada.
- Tener una buena higiene bucal: hay que cepillar los dientes de forma regular mínimo tres veces al día, una vez después de cada comida. Para mejorar la limpieza se puede utilizar hilo dental y evitar el uso de cepillos demasiado duros.
- Tener la boca hidratada. Hay que beber agua en abundancia.
- Dado que en muchas ocasiones la causa está relacionada con motivos psicológicos como el estrés o la ansiedad es importante reducirlo y si es necesario, ponerse en manos de especialistas.
- No consumir tabaco ni alcohol.
- En caso de llevar aparato realizar visitar periódicas y mantener su cuidado.
Diferencia entre herpes y llagas
Es muy común confundir un herpes bucal con una llaga, aunque hay una diferencia clara. Mientras que los herpes se producen fuera de la boca, en el exterior de los labios; las llagas lo hacen en su interior.
Además, la causa de los herpes es un virus y son contagiosos. Las llagas no tienen una causa clara y no son contagiosas.
Preguntas frecuentes sobre las llagas bucales
¿Son contagiosas las llagas bucales?
Las llagas bucales no suelen ser contagiosas, a menos que sean causadas por una infección viral como el herpes labial. Sin embargo, es importante evitar compartir utensilios para comer, vasos u otros objetos personales mientras se tiene una llaga para prevenir la propagación de bacterias.
¿Cuánto tiempo tardan en sanar las llagas bucales?
El tiempo de curación de las llagas bucales puede variar según la causa y la gravedad de la lesión. En general, las llagas suelen sanar por sí solas en una o dos semanas. Sin embargo, si persisten por más tiempo o son recurrentes, es importante consultar a un dentista o médico.
¿Qué debo evitar hacer si tengo una llaga bucal?
Es importante evitar tocar o frotar la llaga con la lengua o los dedos, ya que esto puede empeorar el dolor o prolongar el tiempo de curación. También se deben evitar los alimentos y bebidas que puedan irritar la llaga, como alimentos ácidos, picantes o muy calientes.