Hoy en día existe aún estigma y discriminación de la salud mental. Para empezar, tenemos que entender la salud mental como el estado de bienestar emocional, social y psicológico. Es decir, cómo nos sentimos con nosotros mismos y con respecto al resto de personas. Cómo somos capaces de manejar diferentes situaciones como la toma de decisiones o el estrés para lograr una vida plena.
La salud mental es un componente de la salud general y afecta cómo pensamos, sentimos y actuamos en nuestra vida diaria.
Estigma y discriminación
El estigma y la discriminación sobre la salud mental son problemasque afectan a las personas que sufren trastornos mentales. Están generalmente ligados a los miedos, prejuicios y falta de comprensión.
Uno de los principales es lo que conocemos como estigma social, es decir, las creencias erróneas tiene la sociedad en general sobre la salud mental. Aunque pueden variar en función de la cultura y creencias individuales de cada persona lo cierto es que hay estigmas comunes.
Por ejemplo, hay una tendencia generalizada a asociar la salud mental con debilidad e incluso falta de voluntad de las personas para superar los problemas. Y no siempre es así, son muchas las personas con trastornos que a pesar de poner de su parte, tienen dificultades para sentirse bien.
También se relaciona con miedo y peligro. Se piensa que las personas con trastornos mentales son peligrosas y que tratar con ellas es muy difícil. Lo que supone en muchos casos tratar a las personas como una amenaza. Haciéndolas sentir discriminadas.
Los estigmas y discriminación hace que los afectados decidan estar en silencio y ocultar lo que les sucede. No pone remedio a su situación, lo que puede agravar la situación. Se debe principalmente al miedo al juicio, a la discriminación o a la repercusión en sus relaciones, tanto personales como profesionales. Sobre todo en el último caso. En el ámbito laboral también existen muchos prejuicios e incluso discriminación sobre las personas que tienen antecedentes de enfermedades mentales.
Cómo solucionarlo
Poco a poco se está dando mayor visibilidad a la salud mental. Aunque aún queda mucho por hacer. Desde aquí consideramos que hay muchos aspectos que pueden ayudar a frenar la barrera que existe.
Para empezar, la base está en la educación. Tratar con naturalidad este tipo de problemas. Son igual de importantes que la salud física. Hay que fomentar la sensibilización, ofrecer información a las personas desde bien pequeños para que traten con normalidad cualquier enfermedad mental. Comprensión, eliminación de los estereotipos negativos y fomento de la empatía y apoyo hacia las personas que los padecen son algunos aspectos clave.
Por otro lado, hay que trabajar hacia la inclusión de las personas con trastornos mentales en todos los aspectos de la sociedad. Para ello, resulta necesario crear entornos donde las personas se sientan seguras y no discriminadas. Es decir, todas las personas deben tener las mismas oportunidades a nivel social, educativo y laboral.
Los estigmas que existen son la mayoría infundados que implican desafíos complejos. Todos tenemos que poner de nuestra parte para aprender a abordarlos y que exista libertad de expresión al respecto, sin vergüenza ni miedo. A través de la educación, la conciencia y la promoción de una sociedad más inclusiva, se puede remar en el mismo sentido para acabar con los estigmas y mejorar la salud mental de muchas personas.
