La infertilidad es un desafío emocional y médico que afecta a millones de parejas en todo el mundo. Se define como la incapacidad de concebir después de un año de relaciones sexuales sin protección. A menudo, se asume que la infertilidad es un problema exclusivamente femenino, pero la realidad es que puede deberse a causas tanto masculinas como femeninas, o una combinación de ambas.
Vamos a tratar aspectos destacados como las causas más comunes de la infertilidad y los tratamientos disponibles, con un enfoque especial en la fertilización in vitro (FIV) y otras técnicas de reproducción asistida.
Causas de la infertilidad
Las principales causas de la infertilidad son las siguientes, diferenciando las que afectan a las mujeres y a los hombres.
- Factores femeninos. Entre las causas femeninas más comunes se encuentran los problemas en la ovulación, las anomalías en el útero o las trompas de Falopio, y las condiciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP). La edad también juega un papel importante, ya que la fertilidad disminuye con el tiempo.
- Factores masculinos. Los problemas de fertilidad masculina suelen estar relacionados con la calidad y cantidad de espermatozoides. La baja producción de espermatozoides, la mala movilidad o la morfología anormal pueden ser causas.
- Factores mixtos. En muchos casos, tanto el hombre como la mujer pueden tener problemas que contribuyen a la infertilidad. La combinación de factores puede complicar el diagnóstico y el tratamiento.
También existen algunas causas desconocidas. En algunos casos, no se encuentra una causa evidente de infertilidad, lo que se conoce como infertilidad inexplicada.
Tratamientos más comunes
Los tratamientos más comunes son los que mencionamos a continuación. No obstante, siempre tiene que ser un especialista quien indique cuál se debe seguir y sus pautas.
- Cambios en el estilo de vida. A veces, los cambios en la dieta, el ejercicio y la reducción del estrés pueden mejorar la fertilidad. Esto es especialmente cierto en casos de infertilidad leve.
- Medicamentos para estimular la ovulación. Para las mujeres que tienen problemas de ovulación, los medicamentos como el citrato de clomifeno o las inyecciones de hormona folículo-estimulante (FSH) pueden ayudar a regular el ciclo y aumentar las posibilidades de concebir.
- Cirugía. En casos de anomalías uterinas o bloqueos en las trompas de Falopio, la cirugía puede ser una opción para corregir estos problemas.
- Fertilización In Vitro (FIV). La FIV es uno de los tratamientos de reproducción asistida más conocidos y efectivos. Implica la estimulación de los ovarios para producir múltiples óvulos, que luego se recolectan y se fertilizan con esperma en un laboratorio. Los embriones resultantes se implantan en el útero.
- Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI). Esta variante de la FIV implica la inyección directa de un espermatozoide en un óvulo, útil en casos de problemas de calidad espermática.
- Donación de óvulos o esperma. Cuando uno de los miembros de la pareja tiene problemas graves de fertilidad, se pueden utilizar óvulos o esperma de donantes para lograr el embarazo.
- Gestación subrogada. En casos extremos de infertilidad uterina, una gestante subrogada puede llevar el embarazo a término para la pareja.
- Adopción. En algunos casos, las parejas eligen la adopción como una forma de construir una familia cuando la infertilidad persiste.