Trastornos del sueño en la infancia

El trastorno del sueño infantil incluye cualquier dificultad significativa para dormir o mantener un sueño reparador, que afecta la salud, el comportamiento o el desarrollo del niño. Puede ser primario (originado en el sueño mismo) o secundario (debido a otra enfermedad).

Tipos 

  1. Insomnio infantil

    • Dificultad para iniciar o mantener el sueño.
    • Frecuente en niños pequeños y escolares.
    • Puede deberse a ansiedad, hábitos inadecuados de sueño o problemas médicos.

  2. Parasomnias

    • Son comportamientos anormales durante el sueño.
    • Ejemplos: sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas.

  3. Trastornos respiratorios del sueño

    • Apnea obstructiva del sueño (AOS) en niños.
    • Relacionado con amígdalas/adenoides grandes, obesidad o problemas neuromusculares.

  4. Trastornos del ritmo circadiano

    • Dificultad para conciliar el sueño a la hora habitual.
    • Ejemplo: síndrome de retraso de fase del sueño en adolescentes.

Causas

  • Factores ambientales: rutinas irregulares, exceso de pantallas antes de dormir.
  • Factores médicos: asma, reflujo, alergias, dolor crónico.
  • Genética: predisposición a ciertos trastornos del sueño.
  • Factores psicológicos: ansiedad, estrés, cambios en la familia.

Síntomas trastorno del sueño

  • Irritabilidad y cambios de humor.
  • Dificultad de concentración y bajo rendimiento escolar.
  • Somnolencia diurna excesiva.
  • Problemas de crecimiento si el sueño es crónicamente insuficiente.

Diagnóstico

  • Historia clínica detallada: hábitos de sueño, ambiente, salud general.
  • Cuestionarios de sueño infantiles.
  • Polisonografía: estudio del sueño en casos complicados.
  • Evaluación de enfermedades subyacentes (asma, apnea, ansiedad).

Tratamiento trastorno del sueño

Hay distintos tratamientos para este trastorno. En primer lugar, se suelen tomar medidas conductuales y de higiene del sueño. Esto implica como base, establecer horarios de sueño regulares y crear un ambiente adecuado: oscuro, silencioso y fresco.

También es importante limitar pantallas y actividades estimulantes antes de dormir. Se deben llevar a cabo rutinas relajantes: lectura, baño o música suave, entre otras.

Cuando estas medidas no funcionan, hay que acudir al tratamiento médico. En caso de apnea del sueño: cirugía (amígdalas/adenoides), CPAP. Hacer uso de medicación tiene lugar sólo en casos específicos y bajo supervisión pediátrica.

Lo menos frecuente son las intervenciones psicológicas. Se trata de terapia cognitivo-conductual para insomnio o ansiedad asociada. Además de dar apoyo familiar y educación sobre hábitos de sueño.

Consecuencias si no se trata

  • Problemas de aprendizaje y memoria.
  • Dificultades emocionales y de comportamiento.
  • Riesgo aumentado de obesidad y trastornos metabólicos.
  • Fatiga crónica y disminución de la calidad de vida.