Es bastante común que las madres primerizas se asusten rápidamente por cualquier cosa y acudan al pediatra. Esos momentos de incertidumbre, de no saber cómo reaccionar ante un movimiento del bebé o no saber a qué se debe un lloro… son circunstancias que pueden darse de forma bastante habitual entre las madres que acaban de tener un bebé. Sin embargo, es buena idea informarse sobre algunas cuestiones, que te ayudarán a sobrellevar mejor este momento. Nuestro pediatra para madres primerizas aporta una serie de consejos muy útiles.
¿Cómo debo actuar tras el nacimiento de mi primer hijo?
Lo primero de todo es que debes estar tranquila. Es normal que sientas ciertos miedos ante la llegada de tu bebé. Hasta ahora no tenías una responsabilidad tan grande y esto viene de golpe. Además, el amor que, de repente sientes por esa personita unido a las hormonas, puede ser un momento complicado. Así que no dejes que nadie le quite hierro al asunto, porque lo que sientes es muy normal. Pero sí es interesante que aprendas a gestionarlo y a cuidar bien de tu bebé.
Cuando llegas a casa hay dos errores que suelen cometer las madres primerizas: obsesionarse con la esterilización y limpieza y abrigar demasiado al recién nacido. Hay que cuidarle, pero a veces llora de calor. Así que ten en cuenta que a veces no por abrigarle más está más a gusto. Y lo mismo con el tema de la higiene. Probablemente ya has incorporado hábitos nuevos de limpieza en este año. Pues es suficiente. No hace falta más.
Para curar el cordón umbilical simplemente debes colocar una gas empapada en alcohol alrededor. Un par de veces al día es suficiente: después del baño y por la mañana, por ejemplo. Hay muchas madres primerizas que acuden al pediatra por no saber qué hacer con esto y es tan sencillo como eso. Se irá secando y acabará por caerse.
Las primeras heces del bebé es también motivo de acudir al pediatra para madres primerizas. Y es que los primeros días se conoce como “meconio” y tiene n aspecto muy oscuro, como si fuera petróleo. es absolutamente normal. En unos días verás cómo esto desaparece.
El tema de los lloros es también importante y polémico. Muchas teorías hay acerca de dejar llorar al bebé y, al contario, cogerle siempre. Lo cierto es que un bebé que llora es por una razón. Por tanto, lo más normal es cogerle y comprobar qué le pasa: está mojado, tiene hambre, tiene sueño, le duele algo… Si no se descubre qué es, es momento de ir al pediatra.
Pide cita en nuestra clínica con el pediatra y consulta lo que necesites. Sobre todo, no te agobies y disfruta de esta nueva etapa.
Preguntas frecuentes sobre madres primerizas
¿Cuándo es la primera cita con el pediatra?
La primera cita con el pediatra suele ocurrir dentro de los 2-3 primeros días después del nacimiento del bebé. En muchos casos, los hospitales programan una visita con un pediatra dentro de las primeras 24 a 48 horas después del parto para realizar un chequeo inicial y asegurarse de que el bebé esté sano y estable.
¿Qué revisa el pediatra en la primera cita?
En la primera cita con el pediatra, se realiza una evaluación exhaustiva del recién nacido para asegurarse de que esté sano y desarrollándose adecuadamente. El pediatra pesa al bebé y mide su longitud y su circunferencia craneal. También observa la vista, la audición y los reflejos del recién nacido.
¿Cuántas visitas al pediatra debe tener un bebé?
El número de visitas al pediatra que un bebé necesita varía dependiendo de varios factores, como las políticas de salud locales, las recomendaciones del pediatra y el estado de salud individual del bebé.
Sin embargo, generalmente se recomienda un programa de visitas al pediatra durante el primer año de vida del bebé, con citas de seguimiento regulares en la infancia y la niñez.