Post en esta categoria: Medicina familiar

tensión baja

Tensión baja: qué es, síntomas y cómo actuar

La tensión baja, también conocida como hipotensión arterial, ocurre cuando la presión de la sangre en las arterias es más baja de lo normal. Aunque solemos escuchar más sobre la hipertensión (tensión alta), lo cierto es que tener la tensión demasiado baja también puede afectar a la salud y al bienestar diario.

¿Qué se considera tensión baja?

De manera general, se considera hipotensión cuando la presión arterial se encuentra por debajo de 90/60 mmHg. Sin embargo, no todas las personas lo experimentan de la misma manera: en algunos casos puede ser asintomática y no representar un problema, mientras que en otros puede generar malestar o complicaciones.

Síntomas más frecuentes

Los síntomas de la tensión baja pueden variar en intensidad, pero los más comunes son:

  • Mareos o sensación de desmayo.
  • Visión borrosa.
  • Fatiga o debilidad.
  • Náuseas.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Piel fría, húmeda o pálida.

En casos más graves, la hipotensión puede provocar desmayos, lo que aumenta el riesgo de caídas o accidentes.

Principales causas

La tensión baja puede deberse a distintos factores, entre ellos:

  • Deshidratación. Perder líquidos por sudor excesivo, diarrea o vómitos.
  • Problemas cardíacos. Como bradicardia o insuficiencia cardíaca.
  • Trastornos endocrinos. Por ejemplo, hipotiroidismo o insuficiencia suprarrenal.
  • Medicamentos. Algunos fármacos para tratar la hipertensión, la depresión o el Parkinson pueden bajar la tensión.
  • Embarazo. Es común que la presión arterial descienda en los primeros meses de gestación.
  • Cambios posturales bruscos. La llamada hipotensión ortostática, al levantarse rápidamente.

¿Qué hacer ante la tensión baja?

Si se presentan episodios ocasionales y leves, algunas medidas sencillas pueden ayudar:

  • Mantenerse bien hidratado.
  • Evitar levantarse de golpe tras estar sentado o acostado.
  • Comer varias veces al día en pequeñas cantidades.
  • Usar medias de compresión (en caso de recomendación médica).
  • Reducir el consumo de alcohol.

Cuando la tensión baja es persistente o aparece acompañada de síntomas intensos, es importante consultar con un médico para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.

Saber más
planta del pie

Planta del pie que se abre: cuándo preocuparse y acudir al médico

Cuando se dice que “se abre la planta del pie” generalmente no se refiere a algo literal, sino a una forma de describir un problema en la piel o en la estructura del pie. Dependiendo del contexto, puede significar:

  1. Heridas o grietas en la planta del pie:
    • La piel puede agrietarse por sequedad, callosidades, hongos o diabetes.
    • Se ven fisuras profundas que a veces pueden sangrar, dando la sensación de que “se abre”.

  2. Separación de los dedos o del arco al apoyar el pie:
    • En algunos casos, al caminar o estar de pie, la forma de apoyar el pie hace que parezca que la planta se abre.
    • Esto puede relacionarse con problemas de postura o pie plano.

  3. Infecciones o úlceras:
    • Personas con problemas circulatorios o diabetes pueden desarrollar úlceras en la planta del pie, que se describen como que la piel “se abre”.

Causas más frecuentes de planta del pie abierta

  • Sequedad excesiva de la piel. Provoca grietas, sobre todo en el talón.
  • Callosidades y durezas. La presión al caminar puede generar fisuras.
  • Hongos (pie de atleta). Pueden causar descamación, picor y grietas entre los dedos o en la planta.
  • Diabetes o mala circulación. Favorece la aparición de úlceras que no cicatrizan.
  • Zapatos inadecuados. Tacones altos, calzado muy ajustado o sin soporte pueden generar lesiones.
  • Trauma o fricción. Caminatas largas, deportes o estar mucho tiempo de pie.

Síntomas que indican gravedad

  • Dolor intenso o que impide caminar.
  • Sangrado o supuración (pus).
  • Enrojecimiento, calor o hinchazón alrededor de la grieta.
  • Mal olor persistente (posible infección).
  • Heridas que no cicatrizan en semanas.

¿Cuándo acudir al médico?

Debes acudir al médico de inmediato si notas cualquiera de estas señales en la planta del pie:

  1. Heridas profundas o que no cicatrizan en más de una semana.
  2. Sangrado o supuración de pus, que puede indicar infección.
  3. Dolor intenso que dificulta caminar o apoyar el pie.
  4. Enrojecimiento, calor o hinchazón alrededor de la grieta o lesión.
  5. Mal olor persistente, síntoma de infección bacteriana o fúngica.
  6. Diabetes, mala circulación o enfermedades crónicas, ya que las heridas en estos casos pueden complicarse rápidamente.
  7. Fiebre o malestar general, que podría indicar que la infección se está extendiendo.

Tip: No intentes cortar, raspar o apretar la herida por tu cuenta; esto aumenta el riesgo de infección y complicaciones.

Saber más

Juanetes: causas, prevención y tratamiento

Los juanetes, conocidos médicamente como hallux valgus, son una deformidad del pie que se manifiesta como una protuberancia ósea en la base del dedo gordo. Esta condición ocurre cuando el dedo gordo se desvía hacia los otros dedos, lo que provoca que la articulación se sobresalga hacia afuera. Además de la alteración estética, los juanetes pueden causar dolor, inflamación y dificultad para calzarse.

¿Por qué salen los juanetes?

Los juanetes suelen aparecer por una combinación de factores:

  1. Genética. La predisposición hereditaria es uno de los principales factores. Personas con pies planos o arcos caídos tienen más riesgo.
  2. Calzado inapropiado. Usar zapatos demasiado estrechos, de punta fina o tacones altos puede favorecer la aparición de la deformidad.
  3. Alteraciones biomecánicas. Problemas en la distribución del peso al caminar pueden generar presión sobre la articulación del dedo gordo.
  4. Enfermedades articulares. Condiciones como la artritis reumatoide pueden aumentar la probabilidad de desarrollar juanetes.

Síntomas comunes de los juanetes

  • Protuberancia en la base del dedo gordo.
  • Dolor al caminar o al usar zapatos.
  • Inflamación y enrojecimiento alrededor de la articulación.
  • Dificultad para mover el dedo gordo.

Tratamiento y cuidado

El manejo de los juanetes depende de la gravedad:

  • Medidas conservadoras. Cambiar a calzado amplio y cómodo, usar plantillas ortopédicas o separadores de dedos, aplicar hielo para reducir la inflamación y tomar analgésicos si hay dolor.
  • Fisioterapia. Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pueden ayudar a aliviar la presión sobre la articulación.
  • Cirugía. En casos severos o cuando el dolor interfiere con la vida diaria, el médico puede recomendar una corrección quirúrgica.

Cuándo ir al médico

Es importante acudir a un especialista en podología o traumatología sí:

  • El dolor es constante o intenso.
  • Se forman callos o ampollas sobre la protuberancia.
  • Hay inflamación persistente.

Se nota que el dedo gordo sigue desviándose con el tiempo.

Saber más
hidratación

¿Por qué es importante la hidratación?

La hidratación es fundamental para la vida y el buen funcionamiento de nuestro organismo. El agua es el componente principal del cuerpo humano (representa aproximadamente el 65% en adultos), y cada célula, tejido y órgano depende de ella para funcionar correctamente.

Motivos por lo que es importante la hidratación

  • Regulación de la temperatura corporal. El agua ayuda a mantener una temperatura corporal estable a través de la sudoración.
  • Transporte de nutrientes y oxígeno. El agua es el solvente que permite transportar hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales, así como oxígeno, a todas las células del cuerpo.
  • Eliminación de desechos y toxinas. Facilita la eliminación de productos de desecho del metabolismo y toxinas a través de la orina y las heces.
  • Lubricación de articulaciones y órganos. El agua actúa como lubricante para las articulaciones y protege los tejidos y órganos, incluida la médula espinal.
  • Salud digestiva. Contribuye a una buena digestión, ayudando a triturar y trasladar los alimentos a través del tracto gastrointestinal y previniendo el estreñimiento.
  • Función cerebral y rendimiento cognitivo. Una hidratación adecuada es vital para un funcionamiento cerebral óptimo. Incluso una deshidratación leve (pérdida del 1-2% del peso corporal debido a la pérdida de agua) puede afectar la concentración, la memoria a corto plazo y la capacidad de procesamiento del cerebro.
  • Niveles de energía. La deshidratación puede provocar fatiga y cansancio. Mantenerse hidratado ayuda a mantener altos los niveles de energía.
  • Salud de la piel. Ayuda a mantener la piel hidratada, elástica, flexible y con una apariencia más saludable y luminosa.

¿Cuánta agua se debe beber al día?

No hay una fórmula única, ya que la cantidad varía según la edad, el sexo, el nivel de actividad física, el clima y el estado de salud individual. Sin embargo, como referencia general:

  • Hombres adultos. Aproximadamente 3.7 litros (15.5 tazas) de líquidos al día.
  • Mujeres adultas. Aproximadamente 2.7 litros (11.5 tazas) de líquidos al día.

Es importante recordar que esta cantidad incluye líquidos de todas las fuentes, no solo agua, como frutas y verduras. La sensación de sed suele ser una buena guía para la mayoría de las personas sanas.

Consecuencias de la deshidratación

La deshidratación se produce cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere. Los síntomas pueden variar de leves a graves e incluyen:

  • Síntomas leves. Sed, boca seca, orina oscura y concentrada, fatiga, mareos, dolor de cabeza.
  • Síntomas moderados a graves. Sed intensa, disminución significativa de la producción de orina, ojos y mejillas hundidos, piel seca y menos elástica, confusión, irritabilidad, pulso rápido, respiración acelerada, y en casos extremos, pérdida de conocimiento, shock hipovolémico (disminución drástica del volumen sanguíneo), coma e incluso la muerte.
Saber más

Los orzuelos: causas, síntomas y tratamiento

Los orzuelos son inflamaciones agudas y dolorosas que se producen en el borde del párpado, generalmente como consecuencia de una infección bacteriana. Su apariencia es similar a la de un pequeño grano o forúnculo, y suelen estar causados por la obstrucción e infección de las glándulas sebáceas de Zeiss o de las glándulas sudoríparas de Moll, situadas en los párpados.

El agente infeccioso más común es la Staphylococcus aureus, una bacteria que normalmente vive en la piel sin causar daño, pero que puede provocar infección si penetra en los folículos pilosos o glándulas del párpado. Existen dos tipos de orzuelos: los externos, que aparecen en el borde del párpado y afectan a las glándulas sebáceas, y los internos, que se desarrollan dentro del párpado, afectando las glándulas de Meibomio.

Síntomas 

Los síntomas más frecuentes incluyen enrojecimiento, dolor, hinchazón y sensibilidad en la zona afectada. En algunos casos, puede haber lagrimeo, sensación de cuerpo extraño en el ojo o formación de una pequeña pústula con pus. Aunque son molestos, los orzuelos no suelen representar un problema grave y en la mayoría de los casos desaparecen por sí solos en un plazo de una semana.

Tratamientos para los orzuelos 

El tratamiento más habitual consiste en la aplicación de compresas tibias sobre el párpado afectado durante unos 10 a 15 minutos, varias veces al día. Este método ayuda a reducir la inflamación y a facilitar el drenaje espontáneo del pus. Es importante no apretar ni intentar drenar el orzuelo manualmente, ya que esto puede empeorar la infección o diseminarla.

En casos más severos o persistentes, puede ser necesario acudir al médico. Especialista que podría recetar antibióticos en forma de pomadas o gotas oftálmicas. En situaciones raras, podría requerir una pequeña intervención quirúrgica para drenarlo.

Prevención

Para prevenir la aparición de orzuelos, se recomienda mantener una buena higiene facial y de manos. Evita tocarte los ojos con las manos sucias y retirar adecuadamente el maquillaje antes de dormir. Las personas que usan lentes de contacto deben asegurarse de limpiarlas correctamente.

Saber más

Alergia al polen: síntomas y tratamiento

La alergia al polen, también conocida como rinitis alérgica estacional o fiebre del heno, es una de las alergias respiratorias más comunes en todo el mundo. Afecta a personas de todas las edades. Especialmente en primavera, aunque también puede manifestarse en otras estaciones, dependiendo del tipo de polen presente en el ambiente.

Principales síntomas

Los síntomas de la alergia al polen pueden variar en intensidad, pero los más comunes son los siguientes:

  • Estornudos frecuentes
  • Congestión o goteo nasal
  • Picor en la nariz, ojos y garganta
  • Ojos rojos, llorosos o hinchados
  • Tos seca o irritativa
  • Fatiga, dificultad para concentrarse o alteración del sueño (por síntomas nocturnos)
  • Asma alérgica, con dificultad para respirar, silbidos en el pecho y sensación de opresión.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza a través de una historia clínica detallada y pruebas específicas, como:

  • Pruebas cutáneas (prick test). Se aplica una pequeña cantidad de alérgeno en la piel para observar la reacción.
  • Análisis de sangre. Mide la presencia de anticuerpos IgE específicos frente al polen.

Tratamiento y prevención de la alergia al polen

No existe una cura definitiva, pero sí formas de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida:

1. Evitar la exposición

  • Mantener las ventanas cerradas en días con altos niveles de polen.
  • Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa.
  • Usar gafas de sol al aire libre.
  • Consultar el índice de polen en apps o sitios web especializados.

2. Medicación

  • Antihistamínicos. Alivian el picor, estornudos y secreción nasal.
  • Corticoides nasales. Reducen la inflamación de las vías respiratorias.
  • Descongestionantes (uso limitado). Alivian la congestión, pero no deben usarse por más de 3-5 días seguidos.

3. Inmunoterapia (vacunas)

Es el único tratamiento que puede modificar el curso de la enfermedad. Consiste en administrar dosis controladas del alérgeno para “educar” al sistema inmunológico y reducir la sensibilidad al polen.

Saber más
senderismo

Senderismo: un camino natural hacia un corazón saludable

El senderismo es muy bueno para la salud cardiovascular. Es una actividad aeróbica que ofrece numerosos beneficios, similares a los de otras formas de ejercicio como caminar o correr, pero a menudo con el añadido de los beneficios mentales de estar en la naturaleza.

Beneficios senderismo

  • Fortalece el músculo cardíaco. Al caminar, especialmente en terrenos irregulares o con pendientes, el corazón necesita bombear más sangre para satisfacer la demanda de oxígeno de los músculos. Esto lo fortalece y lo hace más eficiente, lo que a largo plazo reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la insuficiencia cardíaca y las enfermedades cardíacas.
  • Mejora la circulación sanguínea. El aumento del flujo sanguíneo durante el senderismo ayuda a que los nutrientes y el oxígeno lleguen mejor a todos los músculos y órganos del cuerpo.
  • Reduce la presión arterial. La actividad física regular, como el senderismo, ayuda a disminuir la presión arterial, un factor de riesgo importante para problemas cardíacos.
  • Mejora los niveles de colesterol. El senderismo puede contribuir a un perfil lipídico más saludable, reduciendo el colesterol «malo» (LDL) y aumentando el colesterol «bueno» (HDL). 
  • Ayuda a controlar el peso. Es una forma efectiva de quemar calorías y mantener un peso saludable. Importante, ya que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo cardiovascular.
  • Reduce el estrés y la ansiedad. El contacto con la naturaleza tiene un impacto positivo en la salud mental, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad.

Consideraciones importantes

  • Progresión gradual. Si eres principiante o tienes alguna condición de salud preexistente (especialmente cardiovascular), es fundamental comenzar con rutas más cortas y con menor pendiente, aumentando gradualmente la intensidad y la duración.
  • Consulta médica. Siempre se debe consultar a un médico antes de iniciar cualquier nueva rutina de ejercicio.
  • Equipamiento adecuado. Utiliza calzado y ropa apropiados para senderismo para evitar lesiones y asegurar tu comodidad.
Saber más
Probióticos y prebióticos

Probióticos y prebióticos: aliados de la salud intestinal

Los términos probióticos y prebióticos, aunque a menudo se mencionan juntos, cumplen funciones distintas pero complementarias en el mantenimiento de un equilibrio saludable de nuestra microbiota intestinal.

¿Qué son los probióticos y prebióticos?

Los probióticos son microorganismos vivos (principalmente bacterias y algunas levaduras) que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, aportan beneficios a la salud, especialmente al sistema digestivo.

En otras palabras, son bacterias buenas que tú consumes para mejorar tu salud intestinal.

  • Ayudan a restaurar el equilibrio de la flora intestinal, especialmente después de tomar antibióticos.
  • Mejoran la digestión y reducen síntomas como gases, diarrea o estreñimiento.
  • Refuerzan el sistema inmunológico.
  • Ayudan en problemas como el síndrome del intestino irritable (SII), infecciones intestinales o incluso afecciones de la piel como el eccema.
  • Hay estudios que los relacionan con mejoras en el estado de ánimo y la ansiedad (por el eje intestino-cerebro).

Un prebiótico es un tipo de fibra o compuesto no digerible que sirve como alimento para las bacterias beneficiosas que viven en el intestino, especialmente en el colon. Su función principal es estimular el crecimiento y la actividad de estas bacterias, favoreciendo un equilibrio saludable en la microbiota intestinal.

En pocas palabras prebióticos es comida para las bacterias buenas.

  • Mejoran la digestión
  • Favorecen la absorción de minerales como el calcio y el magnesio
  • Ayudan a fortalecer el sistema inmunológico
  • Reducen la inflamación intestinal
  • Pueden mejorar el estado de ánimo y la salud mental (por el eje intestino-cerebro)

¿Cuándo tomarlos?

El momento de la ingesta también puede influir en su eficacia. Generalmente, se recomienda tomar los probióticos con el estómago vacío o justo antes de una comida para facilitar su paso a través del ambiente ácido del estómago. Sin embargo, algunas formulaciones pueden tener recubrimientos entéricos que protegen las bacterias del ácido. Los prebióticos, al ser componentes de la dieta, deben consumirse regularmente a través de alimentos ricos en fibra. Si se opta por suplementos de prebióticos, pueden tomarse en cualquier momento del día.

Saber más

SIBO: Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado. Causas y qué es

El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) es una condición que ocurre cuando hay un aumento anormal en la cantidad de bacterias en el intestino delgado. Especialmente de tipos de bacterias que normalmente se encuentran en mayor número en el intestino grueso (colon).

En condiciones normales, el intestino delgado tiene una concentración relativamente baja de bacterias en comparación con el colon. El SIBO altera este equilibrio.

Síntomas comunes

Entre los más comunes se incluyen:

  • Distensión abdominal.
  • Gases y flatulencias.
  • Diarrea o estreñimiento (o ambos alternados).
  • Dolor o malestar abdominal.
  • Fatiga.
  • Malabsorción de nutrientes.

Causas SIBO

La causa del sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) es multifactorial. A menudo involucra una combinación de factores que alteran el equilibrio normal de las bacterias en el intestino delgado. Aquí están las causas y factores de riesgo más comunes:

1. Motilidad intestinal alterada

  • Disminución de la motilidad. El intestino delgado tiene un movimiento natural llamado complejo motor migratorio (CMM). Este ayuda a barrer las bacterias y los restos de comida hacia el colon. Cualquier condición que altere o ralentice este movimiento puede permitir que las bacterias se acumulen en el intestino delgado. Esto puede ser causado por:
    • Neuropatía diabética. El daño a los nervios por la diabetes puede afectar la motilidad intestinal.
    • Esclerodermia: Esta enfermedad autoinmune puede afectar los músculos del tracto digestivo, disminuyendo la motilidad.
    • Pseudo-obstrucción intestinal crónica. Una condición donde los intestinos no pueden contraerse normalmente.
    • Gastroparesia: Retraso en el vaciamiento del estómago, que puede afectar la motilidad del intestino delgado.
    • Hipotiroidismo. Niveles bajos de hormona tiroidea pueden ralentizar la motilidad intestinal.
    • Ciertos medicamentos. Como los narcóticos.
  • Obstrucciones. Obstrucciones físicas en el intestino delgado (por adherencias, tumores, estenosis) pueden causar estasis y sobrecrecimiento bacteriano.

2. Niveles bajos de ácido estomacal

  • El ácido estomacal ayuda a controlar la cantidad de bacterias que ingresan al intestino delgado desde el estómago. La reducción del ácido estomacal puede permitir que más bacterias sobrevivan y proliferen en el intestino delgado. Esto puede ocurrir debido a:
    • Uso prolongado de antiácidos e inhibidores de la bomba de protones (IBP).
    • Infección por Helicobacter pylori.
    • Cirugía gástrica, como el bypass gástrico.
    • Envejecimiento.

3. Anomalías anatómicas del intestino delgado:

  • Divertículos del intestino delgado. Se trata de bolsas pequeñas. Las cuales se forman en la pared del intestino delgado donde las bacterias pueden acumularse.
  • Fístulas. Conexiones anormales entre diferentes partes del intestino que pueden permitir el paso de bacterias del colon (rico en bacterias) al intestino delgado.
  • Asas ciegas. Formadas después de ciertas cirugías intestinales, donde una sección del intestino queda desconectada del flujo principal. Permitiendo el estancamiento y el crecimiento bacteriano.
  • Resección de la válvula ileocecal. Esta válvula normalmente evita el reflujo de bacterias del colon al intestino delgado. Su ausencia puede aumentar el riesgo de SIBO.

4. Enfermedades y condiciones asociadas:

  • Enfermedad celíaca.
  • Enfermedad de Crohn.
  • Síndrome del intestino irritable (SII).
  • Pancreatitis crónica.
  • Cirrosis hepática.
  • Insuficiencia renal crónica.

5. Medicamentos:

  • Antibióticos. Se usan para tratar infecciones bacterianas. El uso repetido de antibióticos puede alterar el equilibrio normal de la microbiota intestinal. Permite el crecimiento excesivo de ciertas bacterias en el intestino delgado.
  • Narcóticos. Pueden ralentizar la motilidad intestinal.
Saber más
orinar

¿Por qué hay que orinar con frecuencia?

Orinar con frecuencia es un proceso normal y saludable, pero cuando hay cambios en este patrón, puede ser una señal de que algo no está funcionando correctamente.

¿Qué se considera «orinar con frecuencia»?

Normalmente, una persona saludable orina entre 4 y 8 veces al día. Aunque depende de su consumo de líquidos, dieta y actividad física. Sin embargo, orinar con demasiada frecuencia (más de 8 veces al día) o con una urgencia constante puede ser un indicio de algún problema subyacente.

Razones por las que orinar con frecuencia es importante

  1. Eliminación de toxinas. Orinar regularmente sirve para eliminar las toxinas y los productos de desecho de la sangre a través de los riñones. Estos desechos son subproductos de los alimentos que comemos y los líquidos que ingerimos, así como de las células muertas de nuestro cuerpo.

  2. Mantener un equilibrio de líquidos. La frecuencia con la que orinamos está directamente relacionada con nuestra hidratación. Cuando estás bien hidratado, orinas más a menudo, lo que ayuda a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Esto es fundamental para el funcionamiento adecuado de órganos vitales, como el corazón, los riñones y el cerebro.

  3. Control de infecciones del tracto urinario. Orinar con regularidad puede ayudar a prevenir infecciones del tracto urinario (ITU). Cuando retienes la orina por largos períodos, las bacterias tienen más tiempo para multiplicarse en la vejiga, lo que aumenta el riesgo de infección. Evitar la retención prolongada de orina y vaciar la vejiga con frecuencia puede reducir este riesgo.

  4. Señal de salud renal. La frecuencia con la que orinas también puede reflejar la salud de tus riñones. Los riñones filtran los desechos y los líquidos para formar la orina. Si notas que orinas con menos frecuencia de lo normal, o si la cantidad de orina disminuye significativamente, podría ser una señal de que los riñones no están funcionando correctamente.

  5. Prevención de la retención urinaria. No orinar con la frecuencia adecuada puede llevar a la retención urinaria, que es cuando la vejiga se llena demasiado y puede causar molestias o incluso daño en los músculos de la vejiga. Vaciar la vejiga regularmente previene estos problemas.

¿Qué podría indicar una frecuencia urinaria anormal?

Orinar con frecuencia es saludable, pero un cambio en los hábitos urinarios puede ser indicativo de varios problemas médicos. Algunas condiciones que pueden afectar:

  • Infecciones del tracto urinario (ITU). Las ITU pueden causar la necesidad urgente y frecuente de orinar, a menudo acompañada de dolor o ardor.
  • Diabetes. Los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden causar micción frecuente, ya que el cuerpo intenta eliminar el exceso de glucosa a través de la orina.
  • Cálculos renales o vesicales. Estos pueden obstruir el flujo normal de la orina, provocando un aumento en la frecuencia urinaria o dolor al orinar.
  • Incontinencia urinaria. Es la pérdida involuntaria de orina, que puede llevar a orinar más frecuentemente de lo normal debido a la debilidad del sistema de control de la vejiga.
  • Hiperplasia prostática benigna. En hombres, el agrandamiento de la próstata puede presionar la uretra y causar la necesidad frecuente de orinar.
Saber más