La mamografía es una prueba de diagnóstico. Concretamente consiste en realizar una radiografía en las mamas. Se trata de una prueba utilizada principalmente para la detección del cáncer de mama. Es una de las pruebas ginecológicas más importantes en las mujeres, sobre todo para las que alcanzan una edad.
Es recomendable realizarse esta prueba cada dos años, aunque no se tenga ningún síntoma. Con más motivo y de forma inmediata cuando se detecta algún síntoma como dolor en la mama, un bulto, sangrado, herida que no termina de curarse o secreción en el pezón, entre otros.
¿Cómo se hace una mamografía?
Para hacer una mamografía hay que colocarse en la máquina de rayos X y apoyar los senos de uno en uno en una plataforma. Con otra, el seno se va presionando para tomar la radiografía. Con la compresión se ayuda a extender el tejido y que la radiografía pueda detectar los posibles tumores.
Se trata de una prueba que no tiene que ser dolorosa, pero que en algunas ocasiones la presión que se ejerce sobre los senos puede ser molesta. Depende un poco del umbral de dolor y molestia que tenga cada persona. En ningún caso se trata de una prueba muy dolorosa que no se pueda soportar.
Mamografía de detección y de diagnóstico
Tanto en la mamografía de detección como en la de diagnóstico se usan las mismas máquinas. La mamografía de diagnóstico dura más tiempo, y la dosis de radiación es más alta, ya que requiere de tomas más imágenes desde diversos ángulos. En la radiografía de detección en la mayoría de los casos con dos ángulos es suficiente.
Mientras que la mamografía de detección se realiza cuando la persona no presenta ningún síntoma, la mamografía de diagnóstico se hace en caso contrario. Para las mujeres que han notado algún síntoma o que en algún momento han tenido cáncer de mama y han necesitado tratamiento.
Factores de riesgo cáncer de mama
La mamografía es una de las pruebas clave para detectar el cáncer de mama. Es importante saber que hay factores que pueden aumentar la posibilidad de padecer esta enfermedad. Factores que algunos pueden ser controlados y otros no. No obstante, sólo son factores que aumentan las posibilidades lo que no quiere decir que vaya a padecer si o si aun teniendo estos factores.
- Edad: el cáncer de mamá con mayor frecuencia suele aparecer en mujeres mayores de 55 años.
- No realizar actividad física.
- Antecedentes familiares de cáncer de mama: si alguien en tu familia ha sufrido esta enfermedad, hay más posibilidades de padecerlo.
- Las mutaciones genéticas son la causa del 10% de los diagnósticos.
- Antecedentes personales de cáncer de mama. Existe la posibilidad de que se reproduzca.
- Factores menstruales y reproductivos: tener la regla antes de los 12 años, quedarse embarazada después de los 30 años o tener la menopausia después de los 55 años incrementan el riesgo de aparición de cáncer de mama.
- Tomar hormonas. Las hormonas de estrógeno y progesterona aumentan las posibilidades. Estas suelen encontrarse en los anticonceptivos.
