La rotura del menisco es una lesión que puede afectar a cualquier persona, independiente de su edad. Lo cierto es que cuando les sucede a personas de menos de 50 años suele ser por la práctica deportiva mientras que en personas de más de 50 años es de forma degenerativa.
Hay que tener en cuenta que el menisco son las estructuras del cartílago que se sitúan entre la tibia y el fémur. Permite la funcionalidad y la estabilidad de la articulación.
Los síntomas de una lesión en el menisco pueden ser distintos entre unas personas y otras. Depende del grado de lesión que tenga. No obstante, estos son los más comunes:
- Una sensación de chasquido.
- Dolor al realizar movimientos.
- Hinchazón.
- Rigidez.
- Incapacidad para enderezar la rodilla.
- Bloqueo de la rodilla.
Diagnóstico rotura de menisco
El diagnóstico para la rotura de menisco se realiza en primer lugar, mediante una exploración física. Generalmente se utiliza para ello la prueba McMurray.
Para confirmar y realizar un mejor diagnostico se suele utilizar una resonancia magnética, ya que permite valorar la rotura. En ultima instancia, cuando mediante las dos formas anteriores no se detecta, pero existen los síntomas se realiza un diagnostico con artroscopia. Permite analizar el interior de la rodilla. Se trata de la prueba más fiable.
Tratamiento menisco
Para poder poner un tratamiento con el objetivo de curar la lesión del menisco primero hay que tener en cuenta diferentes aspectos. No todas las personas requieren el mismo tratamiento. Los especialistas evalúan:
- Tipo de rotura.
- Edad.
- Nivel de actividad.
Habitualmente se aplica un tratamiento convencional. Este consiste en tomar analgésicos para disminuir el dolor, así como aplicar crioterapia para bajar la inflamación. También se recomienda el descanso, pues la practica de determinados ejercicios solo puede agravar la lesión.
Es importante, según cada caso, la fisioterapia llevada a cabo por profesionales para fortalecer los músculos y permitir recuperar la movilidad.
Cirugía rotura del menisco
Cuando el dolor persiste se puede realizar una cirugía. Esta puede realizarse con una de las tres siguientes técnicas:
- La meniscectomía. Consiste en extirpar el tejido del menisco dañado. La intervención se realiza mediante dos o tres incisiones y no conlleva más de una hora. La incisión se cierra con puntos de sutura.
- La reparación del menisco: permite obtener mejor resultados que la meniscectomía. La intervención puede realizarse de forma abierta o mediante artroscópico.
- El reemplazo de menisco: se aplica cuando la meniscectomía no ha tenido éxito, es decir, para casos graves cuya única solución es hacer una inserción de un injerto de menisco.
Recuperación
La recuperación tras una intervención por rotura en el menisco depende de la técnica utilizada. Puede ser desde unas pocas semanas hasta unos meses. La meniscectomía permite una recuperación más rápida, mientras que si se ha realizado un trasplante la recuperación es más lenta.
Es importante seguir las indicaciones del especialista para poder recuperar la actividad perdida y que la cirugía cumpla su objetivo.
