Las enfermedades acompañan al ser humano a lo largo de su vida. Pero es en la infancia cuando éstas se intensifican a cuenta de la inmadurez de nuestro sistema inmunitario en esos años. Por eso es fundamental que cualquier niño reciba la asistencia sanitaria de calidad que merece de manos de un pediatra. Para ello los padres tienen que prestar la máxima atención a sus hijos para advertir cualquier evidencia de una posible enfermedad que se está incubando. Y lo más importante: acudir a un profesional sanitario siempre que la situación lo requiera.
Según la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPAP), las enfermedades más comunes en la infancia son las enfermedades infecciosas. Esto se debe a que el sistema inmunitario de los niños es más sensible a los agentes infecciosos y, cómo no, a los hábitos no muy higiénicos de los más pequeños. Llevarse todo lo que pillan a la boca es la puerta de entrada de los virus e infecciones.
Listas de las enfermedades más comunes en la infancia
Para la Academia Americana de Pediatría las enfermedades más comunes en la infancia y sus tratamientos son las siguientes:
- Infecciones urinarias. Las infecciones en la vejiga son muy comunes en niños y adolescentes. Éstas se producen cuando se amontonan bacterias en las vías urinarias. Los principales síntomas son el dolor al orinar, mojar la cama, dolor abdominal, dolor en el costado y el hecho de orinar con mucha frecuencia. Para su tratamiento el médico precisará una muestra de orina.
- Bronquiolitis. Es una enfermedad muy frecuente en niños y bebés en la época de gripes. Se produce por un virus. Para la bronquiolitis el médico no suele prescribir antibiótico. La mejor manera de tratar una bronquiolitis es hidratarse a menudo.
- Resfriado común. Se producen por virus que se instala en las vías respiratorias superiores. Los síntomas de un resfriado son la congestión, la tos o el goteo de la nariz. Pueden alargarse hasta los 10 días.
- Dolor de oído. Es muy común en niños pequeños y puede ser la causa de numerosas enfermedades. Como, por ejemplo, otitis, dolor de dientes irradiado al oído, oído de nadador, presión por un resfriado… Es el médico el que tiene que detectar de qué enfermedad se trata con un examen de oído y prescribir el tratamiento correspondiente.
- Enfermedades exantemáticas. Se manifiestan en la piel como erupciones cutáneas. Hablamos de la varicela, el sarampión o la rubéola. El pediatra es el encargado de prescribir el tratamiento. Sin embargo, los padres tienen que prestar atención a sus hijos para evitar que se rasquen demasiado la zona afectada.
- Infecciones bacterianas. Las enfermedades más comunes en la infancia conocidas como bacterianas son la amigdalitis, bronquitis o neumonías. Es importante saber que las bacterias pueden generar resistencia a los antibióticos, por lo que conviene no abusar de estos fármacos a la hora de tratar este tipo de enfermedades.
¿Cómo prevenir las enfermedades más comunes de la infancia?
Prevenir las enfermedades más comunes de la infancia es fundamental para mantener a los niños sanos y activos. Para ello es necesario seguir una serie de pautas como:
- Vacunación. Mantener al día las vacunas recomendadas por los profesionales de la salud es una de las formas más efectivas de prevenir enfermedades infecciosas.
- Higiene adecuada. Enseñar a los niños buenos hábitos de higiene desde una edad temprana es crucial.
- Promover una alimentación saludable. Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros es esencial para fortalecer el sistema inmunológico de los niños y ayudarlos a combatir enfermedades.
- Fomentar la actividad física. Mantener a los niños activos físicamente promueve un estilo de vida saludable y fortalece su sistema inmunológico. Esto los ayuda a combatir enfermedades.
- Evitar el contacto con personas enfermas. Limitar el contacto con personas enfermas, especialmente durante brotes de enfermedades contagiosas como la gripe o el resfriado común.
- Mantener el entorno limpio. Limpiar y desinfectar regularmente las superficies y objetos que los niños tocan con frecuencia, como juguetes, pomos de las puertas y mesas.
- Promover un sueño adecuado. Asegurarse de que los niños duerman lo suficiente y tengan un horario de sueño regular puede fortalecer su sistema inmunológico y ayudarlos a prevenir enfermedades.