La hipertensión arterial es una condición en la que la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias es elevada. Esto es algo perjudicial, ya que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud.
¿Qué causa la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial puede ser causada por una mezcla de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida, tales como:
- Genética. La predisposición genética desempeña un papel importante en la susceptibilidad a la hipertensión. Si se tienen familiares cercanos con hipertensión, es posible tener mayor riesgo.
- Estilo de vida y dieta. Una dieta alta en sodio y baja en potasio, el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo. Así como la falta de actividad física pueden aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión.
- Obesidad. El exceso de peso cuando se acumula alrededor de la zona abdominal, está asociado con un mayor riesgo de hipertensión.
- Edad. La presión arterial tiende a aumentar con la edad. A medida que esta aumenta, las arterias pueden volverse menos flexibles, lo que contribuye al aumento de la presión arterial.
- Enfermedades subyacentes. Algunas condiciones médicas, como enfermedades renales, diabetes y apnea del sueño, incrementa el riesgo de hipertensión.
- Estrés. Situaciones de estrés crónico afectan la presión arterial un tiempo. Aunque no es una causa directa, puede contribuir al desarrollo y deterioro de la hipertensión en personas susceptibles.
- Consumo de sodio. Una ingesta excesiva de sal fomenta la retención de agua en el cuerpo, lo que lleva a un aumento de la presión arterial.
- Consumo de alcohol. El consumo excesivo de alcohol eleva la presión arterial.
¿Cómo hay que tratar esta condición?
Por norma general, el tratamiento de la hipertensión arterial involucra cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, fármacos. El objetivo principal es reducir y controlar la presión arterial para prevenir complicaciones a largo plazo. Además, existen algunos consejos como:
Control regular
Medir la presión arterial cada cierto tiempo en casa para asegurar un control adecuado.
Gestión del estrés
Prácticas de relajax, meditación y técnicas de manejo del estrés ayudan a mantener la presión arterial bajo control.
Cumplimiento del tratamiento
Es fundamental seguir las pautas del médico y tomar los fármacos según lo prescrito.
Visitas regulares al médico
Mantener consultas regulares con el médico para evaluar el progreso y realizar ajustes en el tratamiento según sea necesario.
El tratamiento depende de factores, como la gravedad de la hipertensión, la presencia de otras condiciones médicas y la respuesta al tratamiento. Por ello es importante trabajar en estrecha asociación con un profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento a medida.